Como todo peruano, bien nacido, no puedo dejar de sentir cierta sensación de rabia e impotencia frente a la exculpación judicial que le ha hecho un juez chileno al ex presidente peruano y hoy candidato a senador japonés, el inefable don Alberto Fujimori. No entiendo las razones que habrá tenido dicho funcionario para dictar la no extradición del extraditable y aun cuando falta esperar el pronunciamiento final de la Corte Suprema, el hecho es que por el momento, este señor puede cantar victoria y hasta sonreirse, una y otra vez, con esa mueca, tan peculiar en él, que denota su cinismo y la ausencia total de vergüenza por todo el daño que causó a nuestro pueblo.
Es cierto que habíamos depositado mucha confianza en la justicia chilena, pero también es cierto que este candidato japonés lo había hecho, desde su peculiar punto de vista (como siempre: calculador y frío), para poner a buen recaudo sus intereses personales, en vistas a continuar su vigencia política, ya sea en nuestro país o en su asiático país alterno. Y la verdad es que ganó. No sabemos si esta victoria será definitiva o si por el contrario es solo un triunfo pírrico, pero lo que si sabemos -los que aun creemos en la justicia- es que fallos como éste, dejan un sabor amargo en la boca que sabe a metal oxidado. Sin embargo, aun quedan esperanzas de que los crímenes de lesa humanidad efectuado contra civiles inocentes, no queden impunes, y puedan ser sancionados por los tribunales nacionales. Sólo si así llegare a suceder, se verán limitados la intrusión de nuevos dictadores que no respetan la Constitución Política ni a las instituciones democráticas.
2 comentarios:
Hola, creo que tienes razon en que este señor es un sinverguenza porque diciendose peruano va y postula como senador por otro pais, eso es no tener sangre en la cara, eso es todo y muchos saludos.
No es mi afan ofender a los vecinos peruanos, pero cada quien cosecha lo que siembra, su legislacion no tiene validez en nuestro pais,la presenta cion juridica fue pobre, mal instrui da, carente de fundamento y sin pruebas, basta con leer el informe y los fundamento de nuestro juez para darse cuenta de esto. caso cerrado
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