miércoles, 28 de noviembre de 2007

¿POR QUE ODIAN TANTO A CHAVEZ?

A medida que se acerca el día del referendo arrecian cada vez más los ataques al Presidente Hugo Chávez. El encono es tan brutal que inclusive algunos diarios de la prensa mundial le dedican varias de sus páginas, no precisamente para hacer un análisis objetivo de sus acciones, sino todo lo contrario.

Es el caso, por ejemplo, del diario El País (España) cuyas páginas fueron analizadas por el periodista Pascual Serrano de cuyo contenido extrajo el texto “El País contra Chávez, fuego a discreción” donde pone en evidencia la campaña de descrédito en contra del mandatario venezolano (A propósito de este artículo, El País ha iniciado una campaña de censura contra el portal Rebelión del cual este periodista es uno de sus colaboradores por haber –según este medio- citado sin autorización párrafos del escrito “El comandante y el Rey” del novelista Mario Vargas Llosa).

Pero, no solamente desde España le llueve sobre mojado al Presidente Chávez. También desde su misma patria los denuestos son el pan de cada día. Tanta virulencia verbal nos obliga a preguntamos: ¿Por qué tanto odio visceral contra el mandatario venezolano? Aventuramos algunas respuestas:

Hugo Chávez, el Presidente de Venezuela, no representa al típico líder que quisieran los gurús de la “globalización”, es decir, al “líder” que sigue a pie juntillas los dictados de los organismos comerciales y financieros internacionales. Muy por el contrario, fiel a su estilo campechano y organizador, ha convertido a Venezuela en uno de los miembros activos de la amodorrada OPEP, ha institucionalizado Petrocaribe (son 16 países los que lo conforman) y contraviniendo las normas de la OMC fomenta el trueque entre algunos países latinoamericanos. Por si esto fuera poco, está a punto de consolidar la constitución del Banco del Sur, situación que, evidentemente, pone en aprietos al FMI quien recién ahora empieza a flexibilizar sus condiciones para los “préstamos” a los países pobres.

Es evidente que de alguna manera Venezuela influye en la política latinoamericana. El viraje de algunos países hacia los esquemas anti-neoliberales, más que a los supuestos “petrodólares”, se debe a que los pueblos miran con simpatía lo que se viene realizando en el país del joropo. La Constitución Bolivariana de 1999 permitió a Chávez hacer grandes cambios a favor de los intereses nacionales y de los más necesitados. Ahí están las leyes de Minas e Hidrocarburos que reserva para el Estado la explotación de los recursos energéticos limitando el accionar de las transnacionales y aumentando los impuestos de éstas; la Ley de Tierras que promueve la entrega de este medio natural de trabajo a los campesinos con créditos y asistencia técnica; la Ley de Pesca que favorece a miles y miles de pescadores artesanales; la Ley de Costas que señala de utilidad pública el uso de las playas del país; la Ley de Microfinanzas que asiste a los sectores más empobrecidos con créditos pequeños y de bajos intereses, y otras leyes como la Ley de Pueblos Indígenas, la Ley del Ambiente, la Ley de Aguas, de Participación Ciudadana, Seguridad Social y otras más de claro contenido social y popular.

La recuperación del control sobre las riquezas naturales es lo que ha desatado el odio de las corporaciones transnacionales. Y por ello no han escatimado ni escatimaran recursos en su cruzada “anticomuninista” utilizando todos los medios habidos y por haber (CIA incluida). Temen que el “mal ejemplo” de Chávez se propague por todo el mundo tratando de implantar la jornada de trabajo de 6 horas diarias, instauren la propiedad social junto a la pública y privada, institucionalicen los consejos comunales de desarrollo, se dé más poder al pueblo y otras reformas más (69 de los 350 artículos) a la Constitución de 1999 que han sido aprobadas por la Asamblea Legislativa (Congreso) y que deberán someterse al referendo si se aprueban o no.

Entonces, viendo estos antecedentes del Presidente Chávez y de su accionar en el Estado venezolano es que se puede entender tanta furia no reprimida contra aquel. De nada valen las pruebas objetivas de que la pobreza ha disminuido considerablemente, de que la atención primaria de la salud ( Misión Barrio Adentro) esté llegando a mas de 12 millones de venezolanos de bajos recursos, de que el analfabetismo urbano y rural ya esté casi erradicado (Misión Robinson), de que millones de jóvenes y adultos estén completando su educación primaria, secundaria y universitaria (Misiones Riva y Sucre), así como también de que más de medio millón de indígenas sean actores de su propio desarrollo etnocultural (Misión Guaicaipuro), millones de campesinos en su desarrollo rural (Misión Zamora). Igual en la promoción del deporte, la artes, la cultura, el ocio recreativo, etc. Nada de todas estas acciones del ejecutivo se difunden en los medios noticiosos, salvo que uno u otro medio de corte “progresista”. Así están las cosas.

Este 02 de diciembre veremos si el odio macartista se impone en el referendo a las reformas de la Constitución. Es cierto que mucho de lo que se difunde son mentiras y por ello el vicepresidente de la Asamblea Legislativa, don Roberto Hernández señaló que "…la tarea más importante es derrotar esas mentiras, porque siempre logran engañar a algunos sectores de la población, sobre todo cuando cuentan con los medios de comunicación privados difundiendo estas mentiras". Solo faltan pocas horas para tal evento. Yo ya tengo mi pronóstico. ¿Y usted?

lunes, 19 de noviembre de 2007

MARIO VARGAS LLOSA O EL ELOGIO DE “SU GRACIOSA MAJESTAD”


Como era de esperar, faltaba solamente agregar “la cereza sobre la torta” del denominado “Incidente de Santiago” y quien lo vendría a poner no podía ser otro más que, nuestro queridísimo novelista, Mario Vargas Llosa.

En su último articulo "El comandante y el Rey" (publicado en el diario El País) hace un recuento del “¿Por qué no te callas?” arremetiendo con todo contra el “espadón tercermundista” (Chávez y Ortega) por haber tenido la insolencia de agraviar a España representado en la persona de su Graciosa Majestad don Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias.

Para el “españolísimo” novelista, la actuación del Rey, si bien “es posible que (…) transgrediera el protocolo” (aquello que denomina “velo de hipocresía”), tuvo el mérito de dar alegría “¡a tantos latinoamericanos, a tantos millones de venezolanos!” La actuación de su Graciosísima Majestad estuvo mas que justificada –según él- pues, ante el “caudillo tropical” y su “matonería política” no cabían medias tintas y había que actuar con energía, máxime si se estaba insultando como fascista a José María Aznar (¡Dios mío!, Aznar que es un demócrata a carta cabal que no tuvo nada que ver con el golpe venezolano del 2002; aquel que ofreció su apoyo a Bush en la justa y necesaria Guerra de Irak. ¡No! esto estaba yendo demasiado lejos), se atacaban los intereses de la Madre Patria en ultramar como, por ejemplo, con Unión Fenosa, que era calumniada por el "tercermundista" Daniel Ortega que ahora tiene “una calvicie acelerada y una panza capitalista” (¡Que horror!) quien, además, tenía la osadía de señalar que algunos embajadores españoles conspiraron contra el Frente Sandinista y, puntos suspensivos. ¡No! esto fue demasiado lejos y por ello “…el Rey de España se levanta y deja sentada su protesta abandonando la sesión”. (¡Muy bien hecho!)

“Lo absurdo, lo delirante -nos dice- es que el comandante Chávez eligiera, para descargar sus iras y convertir en blanco de su mojiganga tercermundista, a España”. Preguntamos: ¿En que parte del discurso de Chávez se agrede la institucionalidad española? ¿Señalar que un ex mandatario tuvo o sigue teniendo un comportamiento de tipo fascista es atentar contra la civilidad de España? Con esa lógica inferencial, señalar que el ex presidente peruano Alberto Fujimori fue un corrupto y violador de los Derechos Humanos, un genocida como muchos dicen ¿estaríamos con ello atentando contra el Estado peruano, la sociedad y todo el país en su conjunto? (Que cada uno saque sus propias conclusiones).

Continúa a renglón seguido –siempre desde su óptica europeízante- señalando que, Latinoamérica, sigue siendo “anacrónica, demagógica, inculta y bárbara” porque tiene “gobernantes energúmenos” como “Chávez, Ortega o Evo”. No lo dice, pero imaginamos que también piensa en Lula da Silva, Néstor Kirchner, Tabaré Vásquez, Rafael Correa, inclusive, de la misma Michelle Bachelet. Su ideal es que esa América Latina “más decente, honrada, culta y democrática” (“cuyos gobiernos discretos y esforzados trabajan por sacar a sus pueblos de esa barbarie del subdesarrollo”) asuma un rol protagónico y no se quede “invisible y muda” como quedó evidenciado en esta cita iberoamericana. Se pregunta: “¿Por qué callan y se dejan ningunear y eclipsar de esa manera si ellos son infinitamente más respetables y dignos de ser escuchados que aquéllos?” Aventura una respuesta: “algunos están sobornados por los petrodólares que derrocha el venezolano a diestra y siniestra”. Otros temen “ser víctimas de las diatribas y descalificaciones de aquellos matones, que les pueden soliviantar a sus extremistas criollos” Pero, lo fundamental, es que todos ellos “…sólo son gobernantes civiles que tratan mal que bien o bien que mal de ajustarse a las limitaciones que les señalan las leyes y constituciones, se sienten mandatarios de segunda (clase) frente a esos dioses omnímodos…”

¿A que mandatarios se refirió Vargas Llosa? La respuesta es obvia. Dentro de aquellos “respetados y dignos” Jefes de Estado, “discretos y esforzados(genuinos representantes de "la civilidad, la libertad, la legalidad..."), “democráticos, decentes, cultos y honrados” -sobre todo esto último- está el que corrió presto a solidarizarse (¿a guisa de qué?) con su Graciosa Majestad ¿Su nombre? Tarea pendiente.

martes, 13 de noviembre de 2007

LA OTRA CUMBRE: EL MANIFIESTO DE SANTIAGO


Si bien los ojos del mundo se han regocijado en las expresiones de un monarca iracundo al término de la XVII Cumbre Iberoamericana, poco o casi nada se ha dicho con respecto a "la otra Cumbre” que, acaso, sea más relevante que la primera. No llama la atención, pues, como bien dice Emir Sader, vivimos bajo el imperio del silencio y sus mentiras “Las peores mentiras son las que niegan la existencia de lo que no se quiere que se conozca. Eso lo hacen quienes tienen el monopolio de la palabra. Y, el combatir ese monopolio es central”.
Reproduzco en su integridad el documento suscrito por los participantes de "la otra Cumbre".

MANIFIESTO DE SANTIAGO

Reunidos en Santiago de Chile, los días 8 y 9 de noviembre de 2007, en el marco de la Cumbre por la amistad e integración de los pueblos iberoamericanos, los representantes de organizaciones sociales, políticas y culturales, de pueblos originarios, entidades académicas, artísticas y ciudadanos en general, hemos debatido, en un marco de pluralismo y respeto, las contradictorias realidades de nuestra región y concordado acciones que permitan avanzar hacia la democratización, unidad, soberanía y autodeterminación de nuestros pueblos y naciones.

EL NUEVO PROTAGONISMO SOCIAL

Constatamos, esperanzados, el resurgimiento de un extendido protagonismo de los movimientos sociales, y fuerzas políticas progresistas cuyas luchas articuladas, cada vez más amplias y persistentes, han influido decisivamente en la elección –en diversos países– de gobernantes afines y sensibles al gran ideario de emancipación, unidad e integración latinoamericana, impulsando procesos de cambio en la región, que valoramos como un avance de gran proyección histórica.

Ya podemos hablar de futuro y diseñar estrategias basadas en la solidaridad y la cooperación de nuestros pueblos, porque tenemos presente y evocamos, hoy, a líderes y movimientos que ayer derrocharon heroísmo y tenacidad inconmensurables. Lo decimos desde Chile, donde la codicia entró con la espada y la cruz para aplastar, después de 300 años, la resistencia ejemplar del pueblo mapuche; a 100 años de la masacre de trabajadores chilenos, peruanos, bolivianos, argentinos y españoles en la Escuela Santa María de Iquique. En este país, donde las empresas transnacionales activaron la maquinaria militar y financiera del imperio para derrocar al Presidente Constitucional Salvador Allende e impedir su proyecto de transformaciones sociales y de unidad latinoamericana; donde las bayonetas sirvieron a la plutocracia y al capital extranjero para entronizar un modelo neoliberal que se traduce en la extrema concentración de la riqueza, la exclusión social y política de las grandes mayorías, donde los poderes fácticos y el gran capital han pasado a controlar la política, los medios de comunicación y la institucionalidad.

La nueva realidad política del continente y sus promisorias perspectivas reconoce una multiplicidad de vertientes sociales, culturales e ideológicas que adoptan originales métodos y estructuras, diversos lenguajes, formas de lucha y propuestas programáticas. En esa diversidad, antitesis del dogmatismo, sectarismo y hegemonismo, radica su fuerza y su legitimidad histórica.
A partir de las demandas por la protección del eco sistema, la defensa de la tierra, los territorios y los derechos de los pueblos originarios, el rechazo a la expoliación y enajenación de nuestros recursos naturales, las reivindicaciones de los trabajadores, el rechazo a la expropiación de los ahorros previsionales, la denuncia de las bases militares estadounidenses en sectores estratégicos del continente, la defensa de los derechos humanos, el fortalecimiento del rol del Estado en los emprendimientos productivos y para garantizar el derecho ciudadano a la Salud, Educación y Vivienda, Trabajo y Previsión, contra la discriminación de la mujer y los adultos mayores, por los derechos de la juventud y otros sectores avasallados por las políticas neoliberales, los movimientos sociales avanzan hacia propuestas políticas unitarias ante los grandes problemas nacionales y contribuyen a levantar una nueva alternativa que permita a Latinoamérica y el Caribe intervenir con fuerza propia en los candentes problemas que afronta la humanidad.

Por lo mismo es que rechazamos aquellas prácticas que buscan atomizar a las organizaciones sociales subordinándolas como insumo de políticas estatales funcionales que apuntan a perpetuar el modelo económico e institucional.

Los movimientos sociales ya no se conforman con cambios cosméticos sino plantean un rechazo total al actual modelo de dominación económica, política y cultural que implica la comercialización de todos los ámbitos de la vida pública y personal y el ánimo de lucro como supremo valor de una sociedad que percibe a cada individuo como rival del otro. Lo anterior, en consonancia con la crítica que hacen los pueblos, a nivel mundial, a la globalización depredadora y a la guerra como solución a los problemas de la humanidad.

Por su parte, las fuerzas políticas que buscan alternativas al sistema imperante, tienen el desafío de encontrar nuevas formas de interlocución y complementación con las luchas sociales, en el entendido que ambas esferas se retroalimentan y se necesitan.

UNA INTEGRACIÓN DESDE LOS PUEBLOS Y PARA LOS PUEBLOS

Entendemos la integración regional como un proceso de enriquecimiento mutuo, de potenciamiento de nuestras fortalezas, de nuestra capacidad de intercomunicación con el mundo, partiendo del reconocimiento del ser humano a cuyo bienestar y felicidad deben subordinarse todas las políticas públicas.

En la forja del futuro de América Latina y el Caribe, podemos construir ciudadanía con lo mejor de cada pueblo y cultura que la compone. Su integración debe darse desde la misma base social, partiendo de las siguientes premisas esenciales:

· La recuperación de los recursos naturales, mineros, hídricos, pesqueros, forestales y energéticos; la reforma agraria y la soberanía alimentaria como procesos que salvaguarden la participación y los intereses de los pueblos y naciones.

· La integración energética en armonía con el medio ambiente.

· Los acuerdos de integración económica deben poner el acento en las múltiples formas de economía solidaria, protegiendo el rol de la micro, pequeña y mediana empresa.

· Este proceso admite múltiples modalidades institucionales en el ámbito sectorial y territorial, con diversos grados según la realidad de cada región. En tal sentido, apoyamos el surgimiento de instrumentos tales como el ALBA, Banco del Sur y otros, que son expresión de la voluntad integradora de nuestros pueblos.

· La lucha democrática debe fortalecer los procesos constituyentes y la creación de una nueva institucionalidad que considere el rol protagónico del movimiento sindical, de los trabajadores de la ciudad y del campo, de los pueblos indígenas originarios y del conjunto de las fuerzas sociales. En ese contexto, saludamos la aprobación, por parte de las Naciones Unidas, de la Declaración Internacional sobre los derechos de los pueblos indígenas.

· El desmantelamiento de los mecanismos de opresión que conjugan edad, clase, sexo, género y etnia.

· La activa solidaridad con los pueblos y gobiernos que construyen caminos alternativos al capitalismo neoliberal. En este sentido, denunciamos al gobierno de Estados Unidos por su constante satanización y criminalización de las luchas sociales y sus actividades de agresión y hostigamiento a los gobiernos que adoptan el rumbo de la emancipación popular.

· El respeto y reconocimiento a las culturas y autonomías de las comunidades originarias.

· La resolución de los conflictos históricos entre las naciones, la reducción de los presupuestos bélicos, el desarme proporcional y progresivo en todos los países de la región para reorientar estos recursos a las necesidades de salud y educación.

· El libre tránsito de las personas y sus derechos migratorios.Nuestros pueblos están en capacidad de unirse a pesar de la diversidad geográfica, étnica, cultural y política, para imaginar y construir otras soluciones para este único mundo.

Sabemos que esta lucha se enfrenta a enemigos carentes de escrúpulos, cuya voracidad y hegemonismo han significado enormes tragedias para nuestros pueblos. Aún así, tenemos fe en la justicia de nuestros postulados y nos hacemos cargo de las grandes epopeyas que a lo largo de cinco siglos nos han permitido avanzar hacia la condición de pueblos dignos, sujetos de nuestra propia historia.

domingo, 11 de noviembre de 2007

EL EXABRUPTO DE UN MONARCA


No obstante haberse aprobado la Declaración de Santiago con importantes acuerdos en materia de inclusión, justicia, protección, asistencia social y solidaridad, creemos que esta XVII Cumbre Iberoamericana será recordada, no como la más fructífera, sino como la más confrontacional y anecdótica de todas las reuniones de Jefes de Estado y de Gobierno.

La frase que ha dado la vuelta al mundo: "¡¿Porqué no te callas?!" exclamada por el monarca español se ha convertido en la comidilla de todo el mundo en este rollo de declaraciones y contradeclaraciones de los altos dignatarios de Venezuela y España. Pero, asimismo, la expresión de un rostro congestionado y fuera de sí con el subsiguiente desplante a la Sala Plenaria, haciendo abandono de ella, es lo que más ha impactado en la teleaudiencia y lo que se ha convertido en el correveidile de todos los internautas (inclusive ya se señala que un blog ha organizado un concurso de caricaturas sobre este tema).

Se sabía que el Presidente Hugo Chávez iba a descargar su batería de frases contra el modelo neoliberalista y contra el imperialismo norteamericano, sin embargo, nada hacía presagiar que también la iba a emprender contra el ex mandatario español José María Aznar, dirigente del derechista Partido Popular, a quien calificó de fascista recordando que fue cómplice del abortado golpe de estado contra él en el 2002, así como también, recordando la frase lapidaria que lanzara éste contra el porvenir de algunos países pobres como Haiti, Centroamérica y Africa, expresando desfachatadamente:“¡esos están jodidos!” (jodidos por no tener recursos naturales).

Muchos pueden estar de acuerdo con la actitud del monarca (parece increíble que en pleno siglo XXI y en países del Primer Mundo aun existan vestigios arcaicos de una monarquía feudal) ante un supuesto gesto de agresión verbal por parte del Presidente Chávez. Sin embargo, a nuestro parecer, creemos que esto no demuestra sino la intolerancia del Rey ante las ideas contrarias y ante las supuestas verdades de un ex mandatario que estaría involucrado en acciones antidemocráticas como los que señaló el presidente venezolano. Pero, también, la insolencia de no querer escuchar los evidentes atropellos que cometen día tras día las transnacionales españolas que operan en territorio latinoamericano y que era denunciado por el Presidente nicaraguense.

Que la actitud del Rey, tratando de acallar a un Jefe de Estado, sea celebrado en España no nos llama la atención. Lo que sí queremos reivindicar es la altivez con que respondió el vicepresidente del gobierno venezolano señalando que “…el señor Juan Carlos (de Borbón) puede tratar así a sus súbditos, si sus súbditos lo permiten, pero los venezolanos somos un pueblo libre y soberano". Muy bien dicho y así sea por siempre. ¡Siempre!.

miércoles, 7 de noviembre de 2007

EEUU emplea métodos de tortura propios de la Inquisición Española

Si el proceso judicial contra los autores del 11M en España es un ejemplo de dignidad, independencia y respeto a la legalidad en la lucha contra el terrorismo, lo que sucede en los EEUU es todo lo contrario.

Los cuerpos y fuerzas policiales españoles capturaron y pusieron a disposición judicial a los presuntos autores de los atentados del 11M. Fue el tiempo, el proceso, las investigaciones y la ley quienes les quitaron la denominación de "presuntos" para convertirlos en culpables. En los EEUU, es la fuerza bruta la que arranca despiadadamente esa sagrada etiqueta de la presunción de inocencia, una de las bases del Derecho Internacional y de los DDHH, que, recordemos, son inherentes a cualquier persona por el hecho de serlo.

Los EEUU y sus servicios de inteligencia, tras los tristes atentados del 11 de Septiembre, iniciaron la denominada "Guerra contra el Terrorismo". EEUU consiguió llevarse a territorio nacional un abultado saco de terroristas (sin el presunto) y de gente que simplemente pasaba por allí, como trofeo de guerra. Fueron llevados a centros de detención ilegal como Abu Ghraib, felizmente clausurado tras el escándalo que produjo en la opinión pública internacional las aberrantes fotografías de torturas y humillaciones sufridas por los detenidos a manos de los paladines de la libertad y la democracia. Aproximadamente, seis años después, Guantánamo continúa siendo el símbolo internacional de la arbitrariedad y de la injusticia, una ínsula de alegalidad que escapa a los DDHH, al humanitarismo y a la moral. El Gobierno de EEUU continúa reteniendo a centenares de personas sin derecho a juicio, sin poder defenderse de unas acusaciones que ni siquiera conocen.

En estos últimos días se ha conocido una técnica escalofriante presuntamente aplicada en esta prisión. Se trata del waterboarding que "consiste en colocar al preso en una superficie inclinada, taparle la boca con un trozo de tela y volcar sobre su cara litros y litros de agua. El preso siente como se está ahogando y como sus pulmones se encharcan con el agua". Así, en unos minutos, el confesor tiene en su haber todo tipo de "suculentas" informaciones. Esta aberrante técnica tiene su origen en lo más oscuro, depravado y vergonzoso de la Edad Media europea: la Inquisición española. Esta es la primera parte del escándalo. La segunda es para echarse las manos a la cabeza: George Bush aseguró en el nombramiento del fiscal general Michael Mukasey, que las técnicas "especiales" de interrogación son perfectamente "legales, seguras y necesarias". En la misma línea se mueve, por supuesto, el postulado a fiscal, que reniega declarar sobre esta técnica ilegal ante el parlamento que debe decidir si nombrarle máximo responsable de la Justicia norteamericana.

Lo sorprendente es que al poner a este sujeto, que defiende la tortura, a la cabeza de la Justicia de la mayor potencia del mundo genera "dudas" ( incluso dentro del partido demócrata). ¿Es posible dudar de que esta técnica y tantas otras, coetáneas de la hoguera inquisitorial, revisten una total y clamorosa ilegalidad? Está claro que el gobierno de los EEUU, bien sea republicano o demócrata, será siempre en materia de DDHH una especie de "guatemala" o "guatepeor". Una verdadera lástima. Sobre todo porque, como se dice coloquialmente, los norteamericanos cuando votan, no solo eligen al presidente de su país, sino también al "rey del mundo".

Mal, peor, le irá a este mundo en que vivimos si están al mando este tipo de políticos inmorales que aprovechan los momentos de crisis y el miedo de sus ciudadanos para incrementar su poder personalista y dar cabida a todo tipo de violaciones de los derechos individuales y colectivos en aras de una quimérica "seguridad"... manchada de sangre. Esta no es forma de afrontar el peligro del terrorismo internacional, convirtiendo al propio Estado en terrorista.

Autor: Alberto Ginel Saúl
Publicado en "Reflexiones Progresistas" el 04 de Noviembre de 2007

lunes, 5 de noviembre de 2007

Peruanos en Chile: El desafío de la Solidaridad


Hoy día, el periodista César Hildebrandt del diario La Primera nos trae el artículo “Peruanos que pueden ser odiosos” -a propósito de un documental transmitido por un canal chileno- que de seguro va causar mas de una irritación en nuestros paisanos de la diáspora.

En efecto, un buen porcentaje de los mas de 2 millones de peruanos que están esparcidos por todo el mundo, se verán más que identificados en el retrato que hace este columnista, con respecto a los migrantes que se encuentran en España: “Muchos peruanos de la diáspora hablan cada vez que pueden del racismo –y la prensa incondicional les hace eco– pero yo los he visto –y padecido– haciéndose insoportables en Madrid. Los he visto, para mi vergüenza, haciendo del parque del Retiro un basural, un tecnocumbiódromo a todo volumen, un urinario salvaje, un guáter bajo la luz del atardecer de un domingo con poca vigilancia. Y los he visto en la prensa, retratados por la policía, después de asaltar en Barcelona, poner un locutorio clandestino en Madrid, conducir ebrios y sin licencia en Andalucía, entrar a saco en algún Corte Inglés”.

Continúa más adelante: “Y en demasiadas ocasiones no es el racismo el que los mira con su ojo de legaña purulenta: es el espanto de gente civilizada que los ve arrojando un envase de lo que sea desde un tren de cercanías, haciendo una fiesta de estruendo en el piso que subarrendaron fuera de la ley, peleándose, como si fueran navajeros de la peor España negra, a la salida de un bautizo que obligó a los vecinos a quejarse donde la Guardia Civil”.

Sintetizando el reportaje de la televisora chilena señala que: “…la indignación de los chilenos que se expresaban en aquel documental no parecía memoriosa ni histórica sino de lo más anecdótica y actualísima: los peruanos –se quejaban– habían cambiado radicalmente el modo de vivir de ese vecindario. Y lo primero que habían hecho era salir en pandilla y matar todo rastro de silencio, porque el silencio es el mayor enemigo del peruano común: borracheras a gritos, fiestas sin consideración por el de al lado. Y todo esto unido a una cierta inclinación por lo tramposo, por lo sórdido y, a veces, hasta por lo mugriento”.

Bien, hasta ahí las experiencias de Hildebrandt. Ahora voy con lo mío.

Llevo viviendo cerca de 10 años en Chile y debo confesar que gran parte de lo que dice Hildebrandt -muy a mi pesar- es cierto. Muchos peruanos venidos de los barrios marginales de las ciudades costeras y también andinas del Perú, recrean en las ciudades chilenas todo ese cúmulo de hábitos y costumbres que dicen mucho del comportamiento sórdido de nuestros congéneres. En el centro de Santiago, es habitual que todos los fines de semana se den cita cientos de nuestros compatriotas en los chichódromos “El Refugio”, “El Tumi”, “La Conga”, “El Palacio del Ritmo” y otros más, desatándose grandes y ruidosas fiestas donde las escandalosas borracheras y las peleas constituyen el corolario obligado de estos centros de diversión lumpenesca.

Por otro lado, también es notorio que nuestros paisanos han ido haciendo de cierto sector de la capital chilena su punto de encuentro, particularmente, del costado de la Catedral (junto a la Plaza de Armas de Santiago) donde se ha establecido un auténtico barrio limeño al estilo de la Av. Abancay con el agregado informalísimo de un Jr. Azangaro. Esto, desde luego, no tiene nada de malo. Pero lo que si es evidente es que gran parte de la cultura de estos connacionales se refleja en actos como, por ejemplo, que no tengan ninguna consideración por la limpieza de la vía pública o de que, a vista y paciencia de los chilenos, coman en plena calle los consabidos cebiches, tacu tacu, secos de cordero, etc. etc. que informalmente se vende casi soterradamente en la misma zona. Para el común de los chilenos estas actitudes se generalizan señalando: ¡Así son todos los peruanos!

Pero no pues. ¡Así no somos todos los peruanos!. Y no importa si tú eres de los de abajo y yo soy clasemediero. Eso no tiene nada que ver. Importa el tipo de instrucción que hemos recibido. El tipo de educación. El tipo de valores. El tipo de conducta. El tipo de asimilación de las normas de convivencia citadina. Y por eso me averguenzo de mis compatriotas que van por las calles chilenas escupiendo como si fueran camélidos; que no respetan las señales de tránsito; que cruzan las calles por donde se les antoja ( poniendo en riesgo sus propias vidas); que van tambaleándose como zombies en las primeras horas de la mañana de un domingo cualquiera, y tantos actos más que sería largo enumerar.

Pero también debo decir, en honor a la verdad, que estos paisanos con sus comportamientos lumpenescos son los menos. Son una ínfima minoría. La gran mayoría de los integrantes de esta gran colonia de inmigrantes peruanos, nos esforzamos por hacer quedar muy en alto el prestigio de nuestra patria. Lo hacemos con nuestro trabajo creador. Lo hacemos con la asimilación de los hábitos y costumbres chilenas para mejorar nuestra convivencia con ellos. Y, por eso, muchos de nuestros paisanos se han granjeado el respeto y la consideración y hasta la admiración de sus empleadores, de sus vecinos, del barrio donde habitan. Inclusive, de la misma comunidad, como es el caso de Marco Barandiarán que en el 2002 fue distinguido por el gobierno chileno como Ciudadano Peruano Residente Honorable por sus aportes a la gastronomía de ese país. Es el caso de muchos peruanos que están en cargos ejecutivos y gerenciales de grandes empresas bancarias, financieras, comerciales, etc., de los empresarios y micro empresarios de los servicios informáticos, confecciones, gastronómicos y otros y que viven en barrios acomodados de las mejores zonas de Santiago. Y así por el estilo.

Entonces -y con respecto al contenido del documental de Chilevision- no se trata solo de presentar lo negativo de la inmigración peruana alentando quizá los prejuicios, los estereotipos y la xenofobia en contra de esta colonia (que acaso puede conllevar a la exacerbación de las actitudes irreflexivas de tipo chovinista), sino de balancear los aspectos positivos y negativos del proceso migratorio. Porque nadie va a creer, en su sano juicio, que los 60 mil peruanos que residimos en Chile tenemos estos comportamientos marginales que tan sesgadamente ha presentado la televisora chilena. Lamentablemente (ojalá me equivoque) el gobierno peruano no ha dicho nada y ha callado como siempre, quizá para no entorpecer las crecientes inversiones de los capitales chilenos dentro del país. Sin embargo, voces dentro del mismo Chile como la Carta Abierta del sociólogo Ricardo Jiménez (ver aquí) se levantan para protestar contra lo que considera un atropello a la dignidad de los migrantes y una explícita actitud xenofóbica escudado en un falso patrioterismo, más bien chovinista. Actitudes como la de este intelectual chileno nos hacen abrigar la esperanza de que la SOLIDARIDAD (con mayúsculas) aun sigue latente en lo mejor de la ciudadanía chilena. Y damos gracias porque así sea, hoy, mañana y siempre.