viernes, 9 de mayo de 2008

(DE)VUELTA A CASA


La mayor alegría que podían darle a doña Priscila Hinostroza, madre de la estudiante Melissa Patiño, era justamente eso: la liberación de su hija. Y ésta le ha llegado en vísperas del “Día de la Madre”. Bien por ella, pero aun faltan los “regalos” de las otras madres.

Detenida hace más de dos meses en la frontera norte (Aguas Verdes) luego de haber asistido al II Congreso de la Coordinadora Continental Bolivariana (CCB) celebrado en Quito, Melissa Patiño, universitaria sammarquina, fue encarcelada bajo un régimen “especial” (es decir, como si fuera una delincuente de alta peligrosidad) por la sospecha de ser miembro del MRTA. Sus acusadores esgrimen como pruebas “contundentes” una que otra foto donde supuestamente está acompañando una marcha (en Quito) contra el neoliberalismo y una que otra declaración de ser anti-imperialista. Si la chica hubiera tenido la audacia de la militante de las “Juventudes Comunistas” de Chile, Valeska López, de ir al campamento donde se encontraba el segundo jefe de las FARC para entrevistarlo, de seguro que ya estaría condenada de por vida a vivir tras las rejas. Y ¿por qué?. Porque en este país la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de asociación, el principio de presunción de inocencia, etc. etc., simplemente no existen. O mejor dicho, existen en la entelequia jurídica como fantasmas pero nadie tiene la voluntad de hacerlos que cobren “vida” para resarcir tantas injusticias, tantas infamias, tantas maldades, tantas bellaquerías.

La patinada que ha dado el gobierno en el arbitrario encarcelamiento de estas siete personas (ahora solo falta la liberación de los seis restantes) por el “delito” de haber asistido a un evento internacional no puede sino ser tildado de prepotente, abusivo y perverso. No hay ninguna prueba de peso que los vincule con organizaciones sediciosas y mucho menos de que hayan estado conspirando para boicotear las cumbres internacionales que se avecinan. Sin embargo, esto no le interesa al régimen aprofujimorista. El objetivo es acallar las voces discordantes de su política hambreadora y neoliberalista, no importa si con ello se pisotean los derechos civiles de las personas. Que diferencia con respecto a lo que sucede con nuestro vecino del sur. En Chile, Valeska López y el militante del Partido Comunista, Manuel Olate, tan pronto retornaron a su país dieron una conferencia de prensa agradeciendo a las autoridades políticas por las muestras de interés por sus vidas, pues, en algún momento, se temió lo peor tras los bombardeos al campamento donde se encontraba "Raul Reyes". Ningun medio informativo se refirió a ellos como “terroristas” pese a que sus fotos aparecían con la tenida de combate propio de esta organización. Tampoco fueron citados por las fuerzas del órden, o de alguna autoridad del Ministerio Público a declarar porqué habían ido al campamento de las FARC. No hubo el revuelo que quisieron darle las autoridades colombianas que insinuaron los nexos de la guerrilla con el PC chileno. Bueno, es que Chile tiene una clase política ilustrada, pero en cambio aquí…(¡Oh, Dios mío!, líbrame de estos malos pensamientos).

La libertad de la poeta Melissa Patiño ha sido conseguida por la presión de muchas voces. Esperemos que no se acallen hasta ver liberados a los demás encarcelados cuya aspiración es ver una América Latina solidaria, anti-imperialista y comprometida con los verdaderos intereses y necesidades de los pueblos. Ojalá así sea. Y si es pronto, mucho mejor.

1 comentario:

RGAlmazán dijo...

Amigo Humberto, hoy Perú y Colombia, son casi únicas excepciones en el Cono Sur, en donde aún USA sigue teniendo una gran influencia de sus gobierno y no rechazo o pasividad como ocurre en el resto. Pero llegará y esperemos que esté cerca. Desde el 11-S, ya sabes: todos somo terroristas si no se demuestra lo contrario.
Conseguir que se cumplan los derechos humanos y la libertad de expresión ha costado tantos crímenes e injusticias que cuando se consigue parece mentira.
¡Ánimo! que más pronto que tarde se abrirán las...

SAlud y República